GREEN DAY Y EL EFECTO BENJAMIN BUTTON

Lentamente se prenden las luces y apretados buscamos la salida. Quiero comprar una remera pero los puestos ya están cerrados y me quedé sin souvenir de una noche que para muchos de los que estábamos ahí, cierra una etapa de nuestras vidas. Una etapa que en muchos aspectos abandonamos con el final de la secundaria, con el primer trabajo o cuando ya nos vimos demasiado grandes para determinadas cosas como tirarnos agua oxigenada en la cabeza, ir a demos de skate o caminar subiéndonos los pantalones cada dos pasos. Para quienes alguna vez tocamos un instrumento, el comienzo del fin pudo haber sido cuando subimos la guitarra o el bajo por encima de las rodillas o quisimos hacer canciones de más de 3 minutos. Pero si existía un final digno para esa etapa, era éste: ver Green day en vivo.

Fueron 37 temas repartidos en tres horas de show. Mucho más de los que podíamos pedir. Billy Joe es un adolescente de casi 40 años con la misma fiesta del que tocó en Woodstock 94, y que logró que todos volvamos a la secundaria por un rato. Nos dijo hasta el hartazgo que éramos mejores que Brasil, los mejores de América, los mejores del mundo, que ese era el mejor show de la historia de la banda, etc etc etc, y auque Mick Jagger nos enseñó en el campamento de Rock que eso no es verdad, le creímos. Y le creímos porque creerle era parte de la inocencia de esos años a los que volvimos por un rato. Era parte de ese efecto Benjamín Button que nos hizo saltar con Basket Case y nos llenó los ojos de lagrimas en Time of your life.

El show terminó y cada uno vuelve a su vida. Si algo quedó en claro es que el público se renovó, y la generación del agua oxigenada dio lugar a la del delineador y la remera con corbata. Si algo quedó claro es que hay Green Day para rato, y quizá en un par de años uno de esos chicos escriba algo parecido a esto. El show terminó y cada uno vuelve a su vida.

IT´S SOMETHING UNPREDICTABLE

BUT IN THE END IS RIGHT

I HOPE YOU HAD THE TIME OF YOUR LIFE.